Si os fijáis bien, por dentro es hueco, y por lo tanto hace de caja
de resonancia. Es de esta manera que el caballo se convierte en un
instrumento de percusión magnífico, donde cada madera suena diferente.
¿Queréis probar de tocarlo? El Museu de la Música propone hacerlo dentro de una actividad en
la que primero os harán una visita por este recinto expositivo tan
musical, y donde veréis también otros instrumentos de percusión.
Después, seréis vosotros mismos quienes comprobaréis si realmente este
caballo tiene ritmo o no....
Pero que tenga la barriga vacía tiene otro motivo, ya que de hecho,
recuerda al famoso caballo de la ciudad de Troya, un animal immenso
también de madera que usaron hace muchos sigloos griegos para
esconderse dentro y entrar en la fortaleza de los troyanos, donde estaba
la bella Helena, motivo de la disputa entre los dos pueblos.
Querida amiga: Hoy, de casualidad, ya que me acaban de instalar un Windows 7 en mi ordenador y tengo que organizar mucho de lo que tenía guardado en el otro, me he encontrado con un comentario tuyo del año 2012 ¡vaya si ha llovido!
ResponderEliminarMe entró la curiosidad y he venido a visitarte.
Hace unos años que no voy a ningún concierto, antes teníamos un abono para todo el año y no solía faltar.
Hoy la música me emociona demasiado y me trae muchos recuerdos pero, pese a todo, sería interesante, por lo curioso que me parece, visitar ese auditorio y comprobar las propiedades casi mágicas que tiene ese caballo.
Te dejo cariños y te deseo que tengas una feliz semana.
Kasioles
Es una visita muy apetecible, la verdad, en cuanto tenga ocasión intentaré ir.
ResponderEliminarBesos.
Este es un caballo hermoso, muy especial.
ResponderEliminarMuchos abrazos.
Hermoso caballo, ¿Donde esta , en Barcelona quizás?
ResponderEliminarHa sido un paseo por tu blog delicioso.
Un abrazo querida Elena.